Tipos de alfombra según su material

Las alfombras textiles aportan un toque de calidez en el ambiente. Pueden ser de algodón, poliéster, una combinación de ambos, y de lana. Las alfombras de algodón/poliéster se pueden lavar, en este sentido son prácticas y ideales para ambientes infantiles o más informales. Las alfombras de lana requieren de una mantenimiento más delicado y su aspecto es más formal.

Las alfombras de fibras naturales (bambú, yute, algas…) son apropiadas para ambientes en los que se busca un estilo natural.

Las alfombras tejidas de vinilo y de fibras sintéticas son las más resistentes y fáciles de limpiar. Ideales para las zonas más transitadas ya que son muy resistentes al desgaste y al aplastamiento. Para limpiarlas se aspiran con gran facilidad y también se puede pasar una fregona. Estas alfombras no retienen la suciedad, por lo que son idóneas para personas alérgicas.

Las alfombras de tejido de vinilo y fibras sintéticas son apropiadas para el uso exterior ya que soportan las condiciones climatológicas.

También son tendencia las alfombras de materiales plásticos como el PVC, el polietileno o el vinilo. Son resistentes a las manchas y a la humedad, por ello resultan geniales para las zonas de la casa como la cocina y el baño. Al ser superficies plásticas, se limpian muy fácilmente con agua y jabón. Estas alfombras tampoco acumulan suciedad, por lo que también son aptas para personas alérgicas.