Alfombras y colores

Lo primordial al escoger el color de una alfombra es que ésta genere el ambiente deseado.

El color de la alfombra

Si buscas que la estancia parezca más amplia y luminosa lo recomendable es elegir una alfombra en colores claros como marfil, beige, piedra…

En cambio, los tonos oscuros son más sufridos, idóneas para zonas más transitadas o de mayor uso.

Las alfombras de color pueden dar vida a cualquier estancia que necesite un toque de alegría. Las alfombras coloristas con diseños geométricos y colores llamativos pueden ser el  complemento perfecto para un rincón de trabajo o estudio vitalista. Las alfombras con volumen y brillo quedan genial en ambientes minimalistas poco recargados.

El color del suelo

En estancias con suelo oscuro, elegiremos una alfombra de color beige o colores claros para dar mucha luminosidad. Si, por el contrario, el suelo de la estancia es claro podremos darle fuerza con una alfombra más colorida.

El color de las paredes

Las paredes blancas o de tonos suaves admiten alfombras de todo tipo, lisas y de colores claros para un ambiente minimalista; o estampadas y coloridas para un estilo más atrevido. Las paredes oscuras o recargadas con cuadros u otros complementos agradecerán suelos despejados con alfombras ligeras.